Las tardes ya son más largas , y esa hora mágica entre el día y la noche parece que se alarga cuando las nubes no estropean la magia. El otro día bajando por un callejón entre rejas, la luz y sólo la luz , me sacó del letargo en el que llevo sumido estos días y pude disparar varias tomas. La bombilla en ese instante me pareció interesante y el árbol , que ya es un cliché en mis tomas, me gustó una vez mas con su enjambre de ramas que dejarán paso a las hojas de la próxima estación.
1 comentario:
Una foto perfecta, vaya ojo que tienes.
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