Como cada año volvemos a pisar los Ancares, este año antes de que apareciese la nieve, en pleno otoño. Aunque a los bosques todavía les falta algo de color siempre relaja visitarlos, ver los grandes castaños y pillar sus frutos espinosos para alegrar el estómago.
1 comentario:
La verdad es que son un sitio para perderse. la pena es el frioq eu hace ne invierno, pero bueno, con unas castañitas asadas, un buen licor en la mano, y una chimenea, todo se pasa...
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